5. SV
SV es pobre.
SV recibe una pensión del Estado.
A SV le gustan los niños.
Los secuestra en su casa pequeña y sucia.
Le preguntaron si había sido él.
«Yo no», respondió.
Después, en la cárcel, sólo le preocupaba recibir su pensión del Estado.
Él aún vive.
La niña no.
Sé muy bien que te preguntaste lo que hacer con ese hombre. Y sé muy bien que te viste entrando en la habitación donde él estaba. No vacilaste en extender tu brazo, que es fuerte y sujetaba una pistola. Y se muy bien que lo mataste para poder afirmar que los monstruos no merecen piedad. En realidad, gastar un céntimo en alimentar a SV es una pérdida para el Estado.
La pérdida, es todavía más grave para la moral.
Pero qué moral existe en esta ciudad, ¿no es cierto? En esta ciudad sólo existen los derechos. Otro bonito neón luminiscente. Algún día te enseñaré los negativos de cada fotografía. ¡Me verás muy luminoso en ellas!
Hay una que te encantará, la niña está metida en un carro de la compra.
SV aquí.
Y aquí su perdición.
La condena.
Y en este espacio irá la noticia de su muerte.
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