sábado, 16 de abril de 2011

Lupert empieza a vislumbrar algo radiante

LA ESCRITORA BÁRBARA MINGO ("DE ANSIA DE GOZNES MI ALMA ESTÁ LLENA", Ed.Planeta Clandestino, 2009) CONTINUA REGALÁNDONOS LAS POSTALES VIAJERAS DEL BEBEDOR LUPERT ULVENHUD. - Lupert, no des de comer a la boca que te muerde.
Lupert se dio la vuelta repentinamente. ¿Quién le tendía la flor de tallo crujiente de ese firme consejo?
- Lupert, no tienes comida para esa boca.
Frente a él descendía el claro bosque de retama y genista hasta el mercurio del mar. Parpadeó bajo el sol del día radiante que no hubiera rechazado Ícaro para su vuelo. En las ramas de la higuera a contraluz piaban pájaros de distintas especies en concierto barroco. Un zorro pelirrojo tomaba el sol con las garras cruzadas detrás de la nuca. Al brusco movimiento de Lupert, el zorro abrió un ojo, y así se quedó, guiñándole el otro.


3 comentarios:

Limbo Piedra dijo...

Por favor, díganos qué aventura ha llevado a Lupert a la costa, en qué playa está y en qué situación íntima se halla para escuchar los consejos de un zorro pelirrojo; se lo ruego. Atentamente (por lo atento que espero su respuesta), Sr.Piedra

especies dijo...

Querido señor, Lupert está cerca de una playa de uno de los mares pequeños del Mediterráneo, quizá el Jónico. No sé muy bien qué hace allí, creo que es una escena previa a la visita a las tabernas con que empezó su historia. En cuanto al zorrillo, no podemos estar seguros de que haya sido él quien ha hablado, pero parece un chico listo. Y Lupert está como si le hubieran quitado una campana de cristal de encima y pudiera de pronto tocar el mundo que antes sólo veía.

Qué divertido.

Limbo Piedra dijo...

Ahá, gracias.