En esta nueva reescucha, acompañando la guarnición en cazuelita del flamen king mameluco, caigo en la cuenta de lo no poco que la sombra de Kevin Ayers ilumina a dos sujetos tan disímiles como Bryan Ferry y Antonio Luque. Sombra que, en la guisa de su canción más sexy, también acompañó los directos de LA RULETA CHINA. Y sombra, a su vez, condicionada por otra sombra mayor (muy propio de alguien con buena piñata y mentón tendente a la timidez, esas cosas que uno detecta en la pronunciación -ahí también Scott Walker o el milvidas Bowie-): la sombra del enorme Jacques Brel...
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