sábado, 2 de enero de 2010

Lo que ha de beber Lupert

Lupert levantó la cabeza al resorte de unas campanillas como de otro mundo que se abrieron paso entre el rumor indistinto de los bebedores. Un tintineo de risa fatal (y cuando decimos fatal queremos decir de fata, de hada) que funcionaba a la manera del quitanieves que horas antes había abierto la vía por la que Lupert había llegado al pueblo. Y flanqueada pero intocada por los borrachines y sus farragosos discursos se acercaba, llevando una bandeja con dos jarras, ofrenda que porta una ofrenda, la rubia platónica que vive en la glándula pineal del hombre.




Con una aparatosidad que no era torpeza, Lupert Ulvenhud se levantó por instinto, pues ¿de qué manera puede uno quedarse en su taburete mientras ve acercarse lo que sólo podría llamar compendio, laureles, por fin?

La camarera llegó a su mesa, y con una sonrisa que no borró al darse la vuelta depositó las dos jarras delante del traspasado Lupert.


8 comentarios:

el zurdo dijo...

La rubia, por cierto, ¿no es la Bronwyn de Cirlot? A mí también me conturbó en los años de incipiencia y formación, pero no fue en EL SEÑOR DE LA GUERRA (que no vería hasta ya crecidito en lo de Garci) sino en una de suspense con visos hitchcockianos, ¿QUE FUE DE TIA ALICE? (troquel maestro de muchas mistery movies para tv de los 70).

especies dijo...

¡Ganaste el premio! Es ella.

especies dijo...

Bonita colección.

el zurdo dijo...

¿Lo de la colección no será por haber mentado a Miss Eggar ? He, he...

especies dijo...

No me había dado cuenta, pero seguro que es por eso.

Limbo Piedra dijo...

Yo es que estoy loco por esa camarera, la fatal, de fata, hada, ya sabéis; estoy loco por ella. ¿En qué latitudes anda el bueno de Lupert?

especies dijo...

A mí me da la sensación de que está saliendo de Italia por el Tirol, pero a ver cómo se desarrolla la cosa.

Limbo Piedra dijo...

Ah, Ok.
Yo lo veía saliendo de Hungría, hacia Austria.
Qué raro que más gente no juegue a esto, ¿no?