viernes, 27 de noviembre de 2009
SAMPLES CORAZONESCOS 6
[ALICIA LUXEMBURGO supuso, con su incorporación a ECDB a partir de otoño del 95 (justo semanas después de mi desencuentro definitivo con Tessa Duncan: tiene su miga simbólica este relevo dado el muy distinto talante de ambas y su no menos diverso significado en mi bagaje existencial), la fractura entre una visión inconformista pero todavía ligada a lastres burgueses, tanto derechohumanistas como convencionalmente nacionales, y una dinámica de ruptura con el Sistema más allá de cualquier veleidad retórica (ella fue detonante y/o acicate de mi acercamiento a los abertzales, de mi profundización en el seguimiento de la convergencia nacional/comunista -que por entonces lideraban en Rusia el radical anticomunista Dugin y el secretario del PCFR Ziuganov- cuando me contó cómo había asilado en su casa a un marino ruso que se exilió del caos del yeltsinato por lealtad al anterior régimen, o de mi creciente interés por la figura trágica de Ulrike Meinhoff –a cuyo recuerdo dedicó su texto más lírico-), tensionando al máximo la pureza contestataria de mis intenciones; activista R-O-J-A, comprometida con tres nombres (Mao, Lenin y Nietzstche –al que consideraba, con un poso soreliano, más sinónimo de revolución que a Marx-), vinculada a los escasos ambientes irreductibles de izquierda que quedaban en los 80 y primeros 90 (PCE-ML PCE-R...), de facciones talladas a golpe de hoz y martillo (nunca un rostro fue mejor reflejo de una ideología –hoy, cuando reviso MILLION DOLLAR BABY o, aún más, cuando contemplo a la monolítica Clea DuVall de HEROES, me viene a la retina toda esa ejemplar unidimensionalidad de Alicia, para quien la praxis siempre tuvo pareja importancia que la teoría y la pistola que la pluma-); no daré detalles sobre las circunstancias en que nos conocimos ni por qué dejamos de tratarnos pues, si para algún colaborador corazonesco ha supuesto un alias más necesidad que capricho, ha sido para ella; sus textos (ya se sobreentenderá a estas alturas de su semblanza) se sitúan en las antípodas del ejercicio de estilo o de la creación como fin último y, sin embargo, bajo su explícita funcionalidad, están llenos de pasión y de una exquisita mala leche: una saga de varias entregas sobre la reconversión industrial en España, varios artículos sobre cine (incluida una demoledora reflexión contra la entrega de los Oscar), glosas a Mao (así como un hipercrítico retrato del maoísmo en nuestro país) o el ya mentado envío a Ulrike Meinhoff, y en los últimos números la publicación en plan folletín de su novela ARIADNA Y EL LABERINTO (ambientada en el mundo de la droga y el lumpen madrileño), serie que quedó truncada por la desaparición de la revista; de su numerosísimo material para ECDB y publicaciones paralelas, he escogido (por ser donde mejor explica qué hacía una chica como ella en la saga corazonesca) este balance de sus lazos con el boletín PUNTO DE VISTA OPERATIVO, aparecido en el último nº de dicho boletín (primavera del 97), momento que supuso la cuenta atrás de mi ruptura irreversible con el mundillo nacional español y también, no mucho después, el final de mi breve flirteo con los abertzales (en este caso, no por propia voluntad sino como consecuencia de presiones intoxicadoras procedentes del entorno mediático de un PSOE todavía engolfado en el tema GAL)]
PVO: un libro de Estilo
Dijo Lenin una vez: «Los enemigos de mis enemigos son mis amigos», y yo añadiría, o mis colaterales, aliados, compañeros de trinchera, mientras el ideal sea la destrucción de la Bestia común. Luego, ya veremos.
Algo así ha venido siendo el «PVO», un frente común abierto contra el enemigo común, una trinchera excavada entre todos para cobijar a todos, en definitiva, un fusil cargado de letras y de ideas y de sueños que unos llaman «terceristas», otros «utopía», los más «REVOLUCION».
Hemos disparado nuestros pensamientos en lo que podría parecer un maremágnum de argumentaciones contradictorias, desde todos los puntos de vista posibles, contra las fuerzas mayoritarias del sometimiento al sistema, y nos hemos sentado azules, maoístas, abertzales, autónomos, cristianos de base, neopaganos, justicialistas, inclasificables, en el mismo banco guerrillero porque, al fin y a la postre, nos iguala (me estoy refiriendo, claro está, a quienes seguimos creyendo en la validez sin cortapisas de la transversalidad del «PVO», a quienes lamentaremos su pérdida solamente si ello no se traduce en una nueva estrategia transversal aún más operativa) nuestra creencia en un Estado distinto, fuerte, democrático, justo, proletario y nacional.
Sin pedir permiso a la casta parlamentaria burguesa, sin acudir llorando a unas instituciones nacidas de la herencia aberrante del franquismo, sin glosar estrategias falsamente radicales, nuestro «PVO» ha intentado frenar, en su modesta medida, la dispersión de voluntades que envenena el frente anticapitalista. Y hemos intentado frenar esta diáspora porque, sencillamente, el enemigo es demasiado poderoso para sufrir la mella de cualquier intifada particular. Han de llover piedras, granizar rocas, si queremos salir del puro testimonio militante, si queremos dejar atrás la jungla monetarista, la selva negra del Mercado Blanco -o «Bursátil», como también se le conoce en los escasos pero poderosísimos círculos pensantes del Sistema-, la teología del Becerro de Oro aun cuando sus sacerdotes pretendan circunscribirla a lo que se ha definido como «Cultura del Pelotazo». Debe ser tal la torrentera de cantos que aneguemos de una vez por siempre el futuro huxleyano que el sistema nos ha diseñado.
¿Quién no se siente amenazado -de verdad, no de boquilla, más allá de retóricas, de demagogias- en la supervivencia de nuestro común factor humano? Quien fuere se merece las dosis televisivas de Soma que nos inyectan diariamente, quien duerme cómodamente la paz mortal de un bienestar falsificado merece el olvido, pero quien busca otras rutas muy lejos del desierto dorado de los muertos vivientes, merecía, nos merecíamos un «PUNTO DE VISTA OPERATIVO», un nexo de cordura que nos hiciera sentirnos parte de otra patria opuesta a la oficial (ésta, por otra parte, inexistente, si nos atenemos al verdadero significado de la palabra «patria»).
Probablemente, el Estado, tal y como yo lo sueño -ligeras modificaciones sobre el modelo que intentó Lenin, y que siguió fielmente Mao- difiera de la estructura que ven, con los ojos del espíritu y la mente, algunos compañeros, disparadores de metralla escrita, también francotiradores a este lado de las líneas de batalla. Pero, hoy por hoy, tanto ellos como yo hemos conseguido arañar fuerzas de la combustión para agrupar nuestros desacuerdos en un compartimento estanco, caja de Pandora quizá en el futuro para nuestros enemigos, y mantener la vista clavada sobre el horizonte, evitando reojos sectarios y paranoides. Y es que, desde el Corazón del Bosque, allí donde viven los proscritos, la vida se ve de otra manera, el mundo se siente libre, se aspira rotundo, prometedor y vibrante de rebeldía en cada latido, latido que es una razón más que un pálpito. Y el «PVO» ha sido, en el Corazón del Bosque, libro de Estilo de una supervivencia: la Nuestra, la de la REVOLUCION.
Si deseáis disfrutar de otros textos de ALICIA LUXEMBURGO, muy fácil: pulsad aquí
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5 comentarios:
Verdaderamente, nadie nos entenderá. A no ser que se legalicen las sustancias psicotrópicas, claro.
¿Se ha puesto en contacto contigo, ZURDO, nuestra común amiga Clorata de Postasa? Está montando una mesa redonda sobre revistas/fanzines etc con el famoso Dragó, para su programa de TV, e interesa El Corazón del Bosque.
Sí, ya me mandó hace días un emiliano. Precisamente, se lo comenté a "la otra Clorata" para que me pasase datos concretos sobre el proyecto de discolibro para el que grabamos EL ORIGEN y también para que se lo comentase al editor de EL ETERNO (por lo del nuevo libro, para confirmar, por si sale el tema).
La izquierda más lúcida y real es siempre la de la "pinza" (Lenin recibiendo ayuda del kaiser para entrar en Rusia, Anguita con Aznar contra el PSOE del tardofelipismo -antes del desencuentro provocado por el tema Irak-, los nacional/comunistas rusos mentados en la entrada -era curioso ver a Ziuganov con Dugin en su gira del 94 por Europa Occidental, más interesado en ver a gentes de la nouvelle droite como Benoist o Steuckers o al patriarca del comunitarismo europeo Jean Thiriart que a sus cada vez menos homólogos ¿comunistas? de Occidente -por entonces, postcomunistas, demócratas di sinistra, etc, etc-). Alicia, lúcida en su extremismo, siguió esa pauta, la antítesis de esos izquierdistas de cartón piedra que se apesebran con ZP y agitan fantasmas demagógicos para distraer la atención de su completa dejación ideológica y revolucionaria.
Este tipo de ideologías están bien para los individuos que hayan nacido en la clase social equivocada, están llenos de movidas ideológicas aristocráticas o como se digan.
Aprenda usted a pensar como un Conde.
Es que hoy en día ya no es como antes, ¡ahora uno nace en cualquier parte!
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